Los sensores de presión del sistema de aire acondicionado se disponen en el conducto de alta presión, entre el compresor y el condensador. Tradicionalmente su señal se utiliza para impedir la conexión del compresor en caso de existir una fuga de gas refrigerante en el circuito (presión insuficiente) y para gestionar la refrigeración forzada del fluido a su paso por el condensador para facilitar el cambio de fase gaseosa a líquido. Resulta necesario también para la desconexión del compresor por exceso de presión en caso de congelación del evaporador, bloqueo de la válvula de expansión u obstrucción.
En su evolución más reciente, estos sensores incorporan un sensor de temperatura. La combinación de ambas informaciones incrementa las posibilidades de regulación y detección para un trabajo más seguro y una regulación más coherente.
Con un sensor de presión convencional, si durante el funcionamiento del sistema de AA se produce una fuga de gas refrigerante considerable en el sistema, se detecta la misma por la disminución instantánea de la presión en el circuito de alta presión. En este caso la unidad de mando reconoce el problema a través de la señal del sensor y desactiva el compresor, evitando de este modo su destrucción y la contaminación del circuito.
Sin embargo, cuando la fuga es más lenta o se produce en el tramo de baja presión, la información de la presión de alta no resulta válida para la detección, puesto que una disminución “progresiva” de este parámetro puede ser debida también a la refrigeración excesiva del fluido que se produce al entrar en un túnel como consecuencia de la reducción repentina de la temperatura del aire que circula por el condensador cuando se circula a velocidad elevada. En este caso la desconexión de seguridad del compresor no se produce con el consiguiente riesgo de contaminación del circuito y daños en el compresor. La señal de temperatura del fluido permite en estos casos determinar la coherencia entre la misma y la presión del circuito, compararla con el valor de referencia memorizado en la unidad, reconocer la existencia de una fuga y realizar la desconexión.
El mismo principio de comparación permite incluso determinar la cantidad insuficiente o excesiva de refrigerante en el circuito que conlleva el rendimiento deficiente del sistema.
La información de temperatura del fluido permite también reducir el trabajo del compresor y el del electroventilador del condensador, reduciendo de este modo el consumo energético de ambos, y por ende, el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
En vehículos con sistema Start/ Stop incrementa el margen de parada automática con el sistema de climatización activo, reduciendo las emisiones todavía más.
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