Hoy nos centraremos en explicar qué son y cómo se sustituyen las pastillas de freno direccionales. Estas, sin llevar demasiado tiempo en el mercado, mantienen las altas prestaciones de las pastillas estándar. Así pues, veamos en qué se diferencian las pastillas direccionales respecto a las convencionales y aprendamos qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de reemplazarlas.
Uno de los principales motivos por los que el cliente acude al taller, es por la incomodidad que le generan en la marcha los ruidos producidos al frenar el vehículo. Los fabricantes de automóviles se decantan por este tipo de pastillas de freno con el objetivo de controlar y reducir el ruido de los frenos, además de las vibraciones y la dureza o, en inglés, noise, vibration and harshness (NVH). Las nuevas pastillas utilizan un diseño asimétrico para que toquen el disco de freno en un ángulo. Este ángulo puede ser de dos tipos: mediante un chaflán o por medio de un corte creciente. El resultado de ambos métodos es la obtención de un frenado más silencioso sin menoscabar el rendimiento de las pastillas empleadas normalmente.
Para
conocer los dos tipos de pastillas de freno direccionales, a continuación
detallamos sus principales características:
De tipo
chaflán
El chaflán,
es decir, la superficie de transición entre dos bordes afilados, es practicado
en la superficie de fricción de las pastillas, de manera que se evita que la
pastilla se levante del disco en determinadas situaciones de trabajo del sistema
de frenado. Por lo tanto, el desgaste será uniforme y se reducirá el ruido.
Para
instalar las pastillas direccionales de chaflán hay que seguir las flechas
indicadoras que se encuentran en las mismas. Puede darse el caso de que no se
indique mediante una flecha y haya que guiarse observando la posición del
chaflán o los chaflanes. Cuando la pastilla dispone de un solo chaflán, hay que
ubicarla de forma que el lado del bisel sea la parte que contacta por primera
vez con el disco de freno. En cambio, si la pastilla cuenta con un chaflán en
cada punta de la pastilla, debe montarse de modo que el borde donde se
encuentra el chaflán más grande sea el que quede en la parte más cercana al
primer contacto con el disco.