Su función es absorber las vibraciones generadas a causa de las vueltas de motor. El objetivo es que estas vibraciones no lleguen a la transmisión. Estas perturbaciones pueden provocar temblores en la carrocería o en el cambio, inversiones de la carga y ruidos.
A causa de las exigencias impuestas a
los motores para que disminuyan su contaminación y con ello su consumo, algunos
fabricantes optan por desarrollar motores para que trabajen a regímenes más bajos y relaciones de transmisión más largas,
como por ejemplo el downsizing y el downspeeding.
La reducción de las vueltas de motor
implica tener que amortiguar las vibraciones de este a través de péndulos centrífugos en el volante de
inercia bimasa. Estos péndulos generan una contraoscilación que ayuda a disminuir las oscilaciones en las r.p.m. de
motor.
Este volante de inercia de divide principalmente en dos masas, primaria y secundaria. La masa de inercia primaria se encuentra unida al cigüeñal, mientras que la secundaria se une con la caja de cambios. Un muelle arqueado es el encargado de unir las dos masas de inercia como un sistema de amortiguación por muelle. En el lado secundario del bimasa se encuentran los péndulos centrífugos, cerca del muelle arqueado.
El temblor que genera el motor se conduce del lado
primario del bimasa al muelle arqueado, donde este es amortiguado. La
superposición de las vibraciones amortiguadas, junto con las pendulares,
provoca la atenuación entre ambas. A consecuencia, la caja de cambios queda
casi aislada de las perturbaciones del motor, incluso en bajas vueltas.
Según las revoluciones del motor, los péndulos pueden funcionar con mayor o menor
intensidad. A bajas r.p.m., las oscilaciones del péndulo son mayores, ya
que la fuerza centrífuga que actúa sobre este es reducida. A altas
revoluciones, en cambio, el péndulo recorre menor distancia a causa de la
fuerza centrífuga que va en aumento.
Respecto al volante de inercia bimasa convencional,
el pendular obtiene ventajas en
términos de comportamiento y rendimiento;
por ello, está ganando terreno en el mercado progresivamente frente al primero.
El volante bimasa por fricción genera temperatura que es transmitida al disco
de embrague, lo cual resulta muy negativo, además de que supone un desperdicio
energético constante que se debe evitar.
El fabricante LuK ofrece, por ejemplo, en el equipamiento de serie del
modelo Volkswagen Passat, este tipo de componente, el cual está diseñado para
la caja de velocidades manual de seis velocidades junto a las motorizaciones
2.0 TDI de 110 a 140 kW. El par máximo que soporta el volante de inercia es de
400 Nm.
Recuerda que en su día colgamos un artículo donde
explicamos las consideraciones a tener en cuenta a la hora de montar y
desmontar un volante de inercia bimasa. Para acceder a él, clica en el
siguiente enlace: http://www.blogmecanicos.com/2015/06/precaucion-tener-en-cuenta-en-el.html
Y aquí finaliza la entrada de hoy. Esperamos que
haya sido de tu interés.
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