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jueves, 4 de julio de 2019

¿Conoces el funcionamiento del termostato?

La temperatura óptima de trabajo de un motor es aquella que asegura la refrigeración suficiente pero no excesiva de sus componentes internos.

Dado que la temperatura del aire de refrigeración es variable, igual que el régimen de giro de la bomba de agua, la cantidad de combustible quemado y, correspondientemente, la liberación de calor, el único modo de regular el rendimiento para evitar un enfriamiento excesivo del motor por parte del sistema de refrigeración es reducir el caudal del líquido que absorbe, transporta y libera el calor. Dicha restricción se realiza mediante una válvula cuya sección varía en función de la temperatura, denominada termostato.
El termostato es el mecanismo que regula el flujo de líquido refrigerante que circula de la salida del motor hacia el radiador o del radiador a la entrada del motor. Lo hace mediante una válvula plana, normalmente cerrada por la fuerza de un muelle, que abre de forma proporcional a la temperatura mediante la dilatación de la cera contenida en su interior.

En función de su ubicación se pueden encontrar de dos tipos:

• Frío: Este tipo regula el flujo de líquido refrigerante procedente del radiador que aspira la bomba de refrigeración. Tras el arranque en frío, el líquido contenido en la parte alta del bloque motor, la culata y el radiador se calientan progresivamente hasta provocar la apertura del termostato y el inicio de la circulación. Aunque el calentamiento del conjunto resulta más lento por la mayor cantidad de líquido a calentar, el comportamiento del sistema es más lineal y progresivo, siendo mínima la reducción de temperatura ocasionada tras el inicio de la circulación del fluido refrigerante.

• Caliente: Este tipo regula el líquido que circula de la culata hacia el radiador, situado normalmente en la propia culata o en una caja termostática. En los circuitos de termostato caliente, la temperatura del conjunto bloque motor y la culata se eleva rápidamente desde el arranque en frío al calentarse solo el volumen de agua contenida en el motor. Tras la apertura del termostato se produce un enfriamiento general del sistema del sistema que se puede llegar a percibir en el rendimiento de la calefacción.

En el siguiente vídeo os dejamos la explicación de la comprobación y verificación del funcionamiento del termostato, información por cortesía de la plataforma de formación Campuseina.
La comprobación del termostato consiste en verificar las temperaturas de entrada y salida del mismo, lo cual en realidad se traduce en medir la temperatura sobre la zona más próxima y de menor pared del cuerpo del termostato o su ubicación.

La temperatura de inicio de apertura suele estar comprendida entre los 80 y 92 ºC y se detecta midiendo las temperaturas de entrada y salida del termostato. El estado del termostato es correcto si se observa primeramente unas temperaturas muy dispares y que luego comienzan a igualarse en un valor ligeramente inferior.

La temperatura de apertura resulta muy variable en función de si se trata de un termostato frío o caliente y del diseño de cada motor. En la mayoría de los termostatos, se indica su temperatura de inicio de trabajo mediante un troquelado en la carcasa para poder efectuar su comprobación.

A modo de ejemplo y por cortesía de la plataforma de soluciones de averías Einavts os adjuntamos un ejemplo entre muchos de los que se pueden encontrar en la web.


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