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miércoles, 25 de julio de 2018

Anomalías en los amortiguadores

Como todos conocemos, la suspensión se encarga de conectar las ruedas al chasis del vehículo, permitiendo absorber los movimientos de la carrocería y, a su vez, mantener en todo momento las ruedas en contacto con la calzada.

Este hecho implica tener que soportar el peso del vehículo así como amortiguar todo tipo de movimientos producidos tanto por las irregularidades de la calzada como por las fuerzas de tracción (aceleración, frenado o cambios de dirección), manteniendo una cierta distancia entre la carrocería y el suelo. 


Aunque el muelle puede considerarse como el elemento principal del sistema, ya que debe soportar el peso del vehículo y absorber los movimientos de este, por sí solo desencadena un movimiento oscilante después de una irregularidad que desestabiliza el vehículo, necesitando de un elemento que frene su movimiento de forma rápida. Este elemento es el amortiguador.

Así pues, el amortiguador tiene la importante misión de controlar el movimiento del muelle, manteniendo las ruedas en contacto con el suelo, garantizando el confort y la estabilidad del vehículo durante la marcha, reduciendo los efectos de balanceo y cabeceo de la carrocería. 


Por cada kilómetro recorrido, los amortiguadores del vehículo realizan entre 5.000 y 7.000 ciclos de compresión/extensión aproximadamente, lo que supone unos 250 millones de ciclos en 50.000 kilómetros. Como es natural, este funcionamiento repetido de forma extrema supone el deterioro de los componentes internos del amortiguador, provocando la pérdida progresiva de su funcionalidad y comprometiendo la seguridad del vehículo. Por este motivo, los principales fabricantes de amortiguadores como Monroe recomiendan revisar los amortiguadores cada 20.000 km y sustituirlos cada 80.000 km.

Si durante el mantenimiento del vehículo y la inspección del estado de los amortiguadores se observan anomalías, es importante conocer las causas que las provocan con tal de evitar que vuelvan a aparecer una vez se sustituyan los amortiguadores.


El fabricante Monroe, perteneciente a la corporación Tenneco, pone a disposición y de forma completamente gratuita una gran cantidad de información técnica, de la cual pueden extraerse las anomalías más comunes que presentan los amortiguadores y las causas que provocan dichas anomalías. Alguna de ellas las mostramos a continuación:

Anomalías más comunes:

• Oxidación de los amortiguadores.
• Rotura del asiento del muelle.
• Pérdida de aceite o gas.
• Daños en los bujes del amortiguador.
• Ruido del amortiguador.

Algunas causas que provocan estas anomalías:

• Desgaste por el uso
• Alineación incorrecta de ruedas.
• Apriete incorrecto de los anclajes.
• Montaje incorrecto.

Desgaste por el uso

La vida útil en condiciones normales es de aproximadamente 80.000 km. Debido a la cantidad de ciclos que realizan, la fricción entre sus componentes internos así como el desgaste y pérdidas de las propiedades del aceite, juntas de goma, etc. supone el deterioro lento pero constante del amortiguador, reduciéndose poco a poco su efectividad.


Debido a ello, el usuario no detecta en muchos casos el mal estado de los amortiguadores, haciéndose evidente esta avería cuando es necesario realizar una maniobra de emergencia, ya sea frenar o virar para esquivar cualquier obstáculo, por la pérdida de agarre y estabilidad del vehículo.

Alineación incorrecta de ruedas

Al realizar reparaciones en el sistema de dirección y suspensión, normalmente se comprueba y ajusta la geometría de la dirección (caída, avance y convergencia). Si este ajuste no se lleva a cabo de forma correcta, los amortiguadores con asiento de muelle y tipo McPherson funcionan de forma irregular con consecuencias desastrosas.

Al disponer de un mal ángulo de caída, el amortiguador intenta salirse de la vertical durante la compresión y extensión, pero al estar fijado por la parte superior no puede moverse, arqueándose. Esta situación provoca la fricción excesiva de la junta de aceite con el vástago del amortiguador, aumentando la temperatura de estos y dañándolos hasta provocar la pérdida de aceite.

Para identificar esta avería, simplemente debe extenderse el amortiguador frente una superficie blanca y ver si el vástago presenta una zona más oscura en la zona cercana a la junta de aceite (hasta 5/7 cm de la junta). El cambio de color indica el aumento excesivo de la temperatura a causa de la fricción entre el vástago y la junta.




Apriete incorrecto de los anclajes

En amortiguadores cuya conexión es de tipo ojal/ojal u ojal/espiga, las gomas de los casquillos mantienen el amortiguador en su posición y permiten un giro de hasta 45º con tal de absorber los movimientos de la carrocería.

Cuando este tipo de amortiguadores se instalan y aprietan con las ruedas del vehículo colgando, al bajar el elevador y hacer contacto con el suelo los casquillos giran hasta su límite máximo para adaptarse a su nueva posición, provocando la elevación del eje trasero en muchos casos. Este hecho provoca el trabajo irregular del amortiguador, causando en la mayoría de casos el sobrecalentamiento de la junta y la pérdida de aceite. 


En otros casos, el apriete excesivo de los tornillos y tuercas de fijación pueden provocar daños en las roscas y su posterior rotura, causando un grave accidente. Es importante recordar utilizar una llave dinamométrica para apretar al par correcto todos los elementos de fijación, evitando tanto posibles roturas como que se aflojen con el tiempo.

Montaje incorrecto

Algunos amortiguadores disponen de un diseño asimétrico entre las conexiones o el casquillo de la parte central del buje sobresale más por un lado que otro. Este diseño especial está pensado para que el amortiguador no roce ni sufra daños al tocar con otras piezas durante su funcionamiento.


Si no se siguen correctamente las instrucciones de montaje de los amortiguadores, estos pueden llegar a funcionar doblados, generando ruido al impactar contra otros elementos o contra sus propios componentes. Esta avería puede detectarse debido al roce del cubrepolvos con el cuerpo del amortiguador (si es metálico), a la presencia de golpes o por el ruido generado durante la marcha.

Si quieres saber más sobre cómo realizar el montaje de los amortiguadores en algunos vehículos, no dudes en visitar la sección de vídeos de Monroe.

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