Según esta prestigiosa publicación, los jóvenes que llevan algunos años en la profesión pasan con relativa prontitud a montar su propio negocio y dejan al taller de tradición familiar y unos cuantos empleados en una situación compleja. ¿Qué está sucediendo? Una gran proliferación de talleres en poco espacio y muchos talleres que no encuentran profesionales cualificados ni los medios para formar a los que ya forman parte de su plantilla.
Los talleres tradicionales se encuentran pues, ante un gran dilema. Si forman invirtiendo recursos, tiempo y dinero, y finalmente los profesionales se marchan y es establecen como competencia, ¿para qué formarlos? Los talleres pues necesitan herramientas formativas capaces de:
a) Formar en poco tiempo -debido a la necesidad de incorporar profesionales a reemplazar a los que se han ido-.
b) Encontrar una formación verdaderamente especializada, que provea de conocimientos reales al técnico de automoción.
c) Encontrar una solución formativa económica y que minimice los costes.
No es una cuestión sencilla encontrar herramientas o soluciones para tal efecto y tampoco es sencillo detener la fuga de talento en un sector de tanta exigencia como el sector automotriz. ¿Que soluciones existen?