Tener un automóvil privado, particular, personal, no es que hoy sea un despilfarro: SIEMPRE LO HA SIDO, lo que ocurre es que hace años nos movíamos en otro escenario y en otro modelo donde hiperconsumir era lo que se llevaba”
Santiago Niño Becerra
Catedrático de Estructura Económica
Recuerdan como empezó todo?
Allí por los años 1910 el Sr, Henry Ford lanza su modelo Ford T, pasando por Adolf Hitler y siguiendo por todos y cada uno de los primeros ministros y jefes de Estado de las democracias y no tan democracias de la última mitad del siglo pasado, el objetivo era que cada ciudadano/a tuviese un automóvil.
Hasta la antigua Unión Soviética tenia uno, el famoso Lada y no olvidemos tampoco que en la desaparecida República Democrática Alemana también disfrutaban de lo que fue un icono, el Trabant.
El automóvil representaba progreso porque generaba un Producto Interior Bruto (PIB) enorme. Y con este modelo entonces en vigor se generaba muchísimo empleo, con lo que el consumo iba en alza y la recaudación fiscal también. Al funcionar todo bien se propiciaba el aumento de la familia, aumento de la natalidad, con lo que se aseguraba la continuidad del proceso.
Por esto los fabricantes de vehículos eran y siguen siendo generadores de PIB y por tanto tienen conexión directa con los Gobiernos sean del color político que sean. Y en la mayoría de casos se han transformado en el barómetro económico del país donde se han implantado.
En esas épocas las personas de más de 18 años debían tener un automóvil, full equip, con el mayor número de extras posible, tenía que tener algún extra más que el coche del vecino o cuñado. El uso que se le diera al automóvil no importaba a nadie, mejor que no se usara a plena capacidad para así poder vender más vehículos. Se lo podía costear un trabajador de a pié? Los bancos concedían créditos y tenían una fuerte competencia con las financieras de la propia marca del fabricante. Además se tenía que remodelar el vehículo muy a menudo, los famosos reestilings, así se quedaba anticuado muy pronto nuestro automóvil.
Este sistema, comprar para tener propiedad, está muerto o agonizando por las siguientes causas:
• Los recursos son escasos, por lo que hay que utilizarlos eficientemente.
• Las rentas de la mayoría han bajado y la capacidad de endeudamiento la tendrá poca gente.
• Las necesidades de desplazamiento necesario se están derrumbando.
Los métodos de comunicación múltiple online, internet ha eliminado las distancias y pronto los lugares de trabajo permanentes.
El hecho es que la población, al menos en las grandes ciudades, el 60% de la población vive en ellas, ya no necesita imperiosamente tener un automóvil en propiedad. Por un lado, porque el transporte colectivo (no necesariamente público) es mucho más eficiente, desde el autobús, el metro, el taxi (por cierto, en muchos países se comparten los taxis, por que aquí no?) o un vehículo privado compartido de mil y una manera. Y por otro lado si alguien precisa de un automóvil ha de tener acceso al uso de un vehículo aunque no sea imprescindible ser propietario del mismo, ejemplo alquiler, compartir, etc.
El transporte colectivo genera ocupación, rebaja precios, diluye costes, su uso es eficiente y encima reduce la contaminación. Todo son ventajas. Y los que fabrican los automóviles para uso privado, qué harán? Pues lo que hacen ahora, fabricar un 20% más que la demanda, con la esperanza de que se de la vuelta la tortilla pero señores no se va a dar el caso.
Como se ve en los anuncios, el placer de conducir esos vehículos altos de gama, con la melena al viento por esas carreteras serpenteantes pues sin problemas, quien ahora puede hacer eso lo va a poder seguir haciendo.
Muchos habitantes de Nueva York hace tiempo que renunciaron a poseer un vehículo. El problema es el modelo urbano que se ha extendido, dónde vivir a las afueras es un objetivo de muchos ciudadanos.
ResponderEliminarCuenta oficial de GestFuturo, el programa de gestión para taller mecánico