Este nuevo
post comentamos las nuevas variantes de neumáticos de bajo índice de rodadura (diseñados para cualquier tipo de vehículos), y los neumáticos más específicos
para los vehículos eléctricos e híbridos, en los cuales ya hay fabricantes de neumáticos que los diferencian
en su gama de productos.
La
principal necesidad de unos neumáticos para tener una buena adherencia sobre la
carretera es mantenerse en un rango óptimo de temperatura. Por debajo, el
neumático no tendrá suficiente agarre y por encima, literalmente se destruirá a
la vez que verá disminuida también sus prestaciones.
Esfuerzos sobre el conjunto llanta-neumático.
Partimos que el neumático
es la única parte del coche que está en contacto con el suelo, y toda la
dinámica del vehículo se centra en el citado contacto.
Las fuerzas que actúan
sobre la llanta son: Fv (fuerza vertical) que es causada por el peso del
vehículo en el eje vertical (z) y contrarrestada por la fuerza normal (resistencia
del suelo), cuando más peso hay sobre la llanta aumenta la tracción y por lo
tanto el circulo de Kamm (K) se hace más grande. Fu (fuerza motriz o de
frenado) es la fuerza en el eje longitudinal (x). Fs es la fuerza de guiado
lateral causada por la aceleración lateral que se da en una curva.
El círculo de
Kamm tiene una representación gráfica similar a un medidor de fuerzas G de un
automóvil. El perímetro que se genera es la superposición de todas las
resultantes de las fuerzas aplicadas a cada uno de los neumáticos o lo que es
lo mismo la suma de todos los vectores de fuerza que se obtienen usando como
punto de aplicación el centro de la huella del neumático.
Un vehículo
comienza a patinar cuando la resultante de la suma de la fuerzas en el eje
longitudinal y el eje lateral proyectadas en la superficie del piso (ejes xy)
se salen del circulo de Kamm.
Huella del neumático.
Los aficionados
al motor conocemos o nos hemos fijado que los deportivos en asfalto tienden a
montar neumáticos anchos mientras que los que corren en tierra o nieve son neumáticos
más estrechos.
Esto se debe a
que a igualdad de peso y de superficie, la huella que posee un neumático ancho
es efectivamente más ancha mientras que la de uno estrecho es más alargada.
Una huella ancha
genera un círculo de Kamm mayor, por tanto más capacidad de soportar esfuerzos
laterales, mientras que una huella estrecha y alargada genera un círculo Kamm
que facilita aceleraciones y deceleraciones mayores. Por eso hay una cierta
relación entre el círculo de Kamm y la forma de la huella natural de un
neumático.
De este modo un
neumático ancho es mejor en curvas y uno estrecho proporciona más tracción.
Resistencia a la rodadura.
Después
de la resistencia aerodinámica, la resistencia a la rodadura es la segunda fuerza más importante a la hora
de dificultar el movimiento de nuestro vehículo, y es la más importante a bajas
velocidades.
Con
cada giro, la zona del neumático que trabaja y entra en contacto con el suelo
(banda de rodadura) se aplasta, se deforma y se calienta consumiendo energía en forma de calor.
Este
fenómeno se llama histéresis y es el origen del
90% de la "resistencia a la rodadura" de los neumáticos. En cada
giro, la rueda se aplasta contra el asfalto, deformándose y calentándose.
Cuanta
mayor sea la resistencia a la rodadura de los neumáticos más energía se
requiere para que el motor desplace el vehículo. Es como subir constantemente
una cuesta con una pendiente del 1%.
La
resistencia a la rodadura no puede eliminarse completamente, pero si se puede
reducir.
Momento de inercia.
Cuando
estudiamos movimientos circulares, como el de la rueda tenemos que pasar todas
las ecuaciones lineares a angulares.
Cuanto
mayor sea la velocidad o menor el radio de la rueda, más rápida girará.
El momento de inercia es el equivalente a
la masa en las ecuaciones de dinámica angular. Simplemente es la suma de la
masa de cada partícula de la rueda por su distancia al eje.
Es intuitivo que
nos cuesta más girar una rueda cuanto más peso tiene y cuanto más lejos se
halla éste del eje.
La energía cinética (Ec) de las ruedas
tiene dos componentes, una lineal debido a su traslación que funciona igual que
la masa del chasis más otra rotacional
debido al giro alrededor de su eje. Esta segunda Ec no se traduce en velocidad
lineal.
Resumiendo,
que para tener unas ruedas con un bajo momento de inercia debemos de reducir el
peso en la parte más alejada del eje (es mucho más importante la masa del
neumático que el de la propia llanta).
Diámetro de rueda.
Si realizamos una comparación del
mismo vehículo con diferentes diámetros de rueda, obtenemos la siguiente
conclusión:
-Las prestaciones son mejores
con las llantas de menor diámetro. El mayor diámetro causa que el motor tenga
que hacer un mayor esfuerzo en mover el coche, lo que lleva a menores prestaciones.
-Un apartado también interesante son los consumos, penalizados
por la mayor superficie de contacto con el suelo, porque en neumáticos
convencionales al aumentar el diámetro nos obliga a escoger una medida de
anchura superior, por tanto el área de la huella es superior.
-La distancia de frenado de los neumáticos de mayor diámetro
se reducen respecto a los de menor, en consecuencia de la mayor superficie de
contacto.
Motor de combustión vs motor eléctrico.
Las gráficas de par y potencia mostradas
corresponden a un modelo eléctrico (Renault Fluence) y a un modelo diésel
(Renault Megane) con potencias similares.
En las
citadas gráficas realizamos las siguientes observaciones:
-En la gráfica del motor eléctrico
se observa que la curva de par y potencia empieza en
el instante 0 pues no hay ralentí.
-La potencia alcanza su valor máximo muy rápido y se
mantiene constante hasta el número máximo de revoluciones a las que pueda girar
el motor. Dicho de otra forma, siempre circulamos a máxima potencia.
-El par máximo se entrega prácticamente desde el
primer giro del motor donde se mantiene constante un breve instante y empieza a
caer.
-Esto se traduce en arrancadas muy vigorosas y una
sensación de potencia en cualquier régimen de funcionamiento.
Neumáticos “Eco” para automóviles.
Los
neumáticos denominados de baja resistencia a la rodadura se están haciendo cada
día más populares y muchos modelos de vehículos equipan de serie en versiones
de bajo consumo este tipo de neumáticos. La finalidad es reducir las emisiones
de CO2 a la atmósfera y homologar un consumo de carburante bajo.
Los fabricantes de neumáticos lo
consiguen gracias a estructuras y procesos de fabricaciones diferentes a los de
los neumáticos convencionales, además del uso masivo de sílice en el compuesto
de la goma. Todo ello para conseguir que el neumático mantenga la temperatura
en la banda de rodadura y no la transmita al resto de la carcasa, donde no es
necesario y sólo sirve para disiparlo a la atmósfera y perderlo de forma
ineficiente.
Neumáticos para automóviles eléctricos.
Para vehículos eléctricos se adaptan los neumáticos de baja resistencia
a la rodadura a las características del Par entregado por los motores eléctricos, siendo más
favorable neumáticos de diámetro mayor pero de sección estrecha para no
penalizar en un exceso de huella con su consecuente aumento de consumo
energético.
Una
rueda de mayor radio tiene menor resistencia a la rodadura, pero implica una
mayor resistencia aerodinámica, para contrarrestar este efecto observamos
diseños de llanta con escasa perforación.
En los vehículos eléctricos actuales donde su talón de Aquiles es la
autonomía, juega un papel fundamental los neumáticos, que nos pueden ayudar a
extender el rango de autonomía hasta en un 10%.
Algunos
fabricantes como Continental ofrecen un gama de
neumáticos para vehículos eléctricos e híbridos desarrollados para
disminuir la resistencia a la rodadura sin perder las cualidades de seguridad
de los neumáticos convencionales.
La
mayoría de los coches eléctricos vienen equipados con neumáticos especiales
cuya resistencia a la rodadura les permite menor pérdida de energía en el
rozamiento y por lo tanto incrementar la autonomía. Sin embargo esta
característica no debe contrarrestar la seguridad, por lo que se recurre a
nuevas tecnologías para no perder agarre.
Conclusión.
Nos
despedimos con la siguiente reflexión:
“Tan solo hay que
pensar que casi el 20% del combustible que se encuentra en un depósito es
gastado por los neumáticos”
Es
lógico apostar en cualquier mejora en ellos, que nos repercutirá directamente en
nuestro bolsillo.
Las
prestaciones de estos neumáticos son inferiores lógicamente a los incluidos en
la gama de deportivos pero ni su enfoque ni su cuota de mercado están hechos
para competir con ellos. Son seguros en cualquier condición, tanto en seco como
en mojado, y su duración y ahorro de combustible se nota, y mucho, sobre todo
en vehículos como los anteriormente mencionados, que han sido desarrollados
pensando en equipar de serie este tipo de neumáticos.
Mi reflexión es la siguiente: Si la temperatura óptima juega un papel importante, ¿cuan válido es un neumático diseñado en Alemania para un conductor del sur de España? ¿deberían ofrecerse diferentes compuestos en función de la zona de conducción? ¿sería rentable el ahorro de combustible ante el probable aumento de precio?
ResponderEliminarCuenta oficial de GestFuturo, el programa de gestión para taller mecánico