La tecnología de los sistemas de escape ha
evolucionado de forma continua debido a las exigencias medioambientales
europeas. La labor de estas exigencias es controlar los
niveles de emisión de gases contaminantes y el ruido de los vehículos que se
fabrican dentro de la Unión Europea. La forma de controlar que el vehículo
respeta estas normas, después de su comercialización, es revisarlo en los
centros de inspección técnica de vehículos (ITV). Los
controles que se exigen a los fabricantes han obligado a estos a crear nuevos
sistemas de escape para disminuir el número de emisiones de gases contaminantes
en la atmósfera.
Tabla de la evolución de la tabla
EURO para el control de la emisión de gases de escape.
EURO I. En 1992
se dictó el primer reglamento que exigía que se introdujeran un mínimo de 2 o 3 silenciadores y que se
redujera el ruido del motor manteniendo la contrapresión.
EURO II. En 1996 se
introdujeron los catalizadores de oxidación para reducir las emisiones de
monóxido de carbono (CO).
EURO III. Este precepto aparece
en el año 2000 y asigna un número más elevado
de directrices para los fabricantes. Se exige la separación
de los valores de óxido de nitrógeno (NOx) e hidrocarburos sin quemar (HC) resultantes de la combustión para
la consecuente reducción de monóxido de carbono (CO). Deben reducirse las emisiones de partículas sólidas a la atmósfera. Existe un cambio en la lectura de los gases, estos deben ser leídos por la
unidad de gestión inmediatamente después
del arranque del motor. A partir de este momento se aplica la
instalación de la sonda lambda.
EURO IV. En el año 2005 se incorpora otra reducción adicional
de CO, separación de partículas de NOx, HC y la reducción de emisiones de
partículas sólidas.
Introducción del sistema EOBDII.
Se monitorizan los gases del catalizador en la
salida y se añade una segunda sonda lambda.
EURO V. A partir del 2009 se incorpora el filtro de partículas
DPF con el objetivo de reducir las
partículas solidas.
EURO VI. 2014. Reducción de los óxidos de nitrógeno nocivos.
Se introduce la aplicación de un sistema que
convierte las moléculas de óxido de nitrógeno nocivas para la salud del ser
humano en moléculas de agua y nitrógeno
denominado SCR (reducción catalítica selectiva). Este sistema utiliza
una solución acuosa de un 34% de urea y un 66% de agua como reactivo para
generar las moléculas limpias conocido como AdBlue.
La evolución de estos sistemas ha creado que muchos
profesionales de la automoción tengan que estar bien formados ya que son
reparaciones complicadas y caras debido a los componentes que pueden
implantarse en los sistemas de escape y además de los conocimientos necesarios
para la diagnosis de la emisión de los gases.
Instalación del sistema de filtro
de partículas.
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