La
especialización de los medios en el mundo de la competición, así como el avance
de la tecnología ha hecho que la fibra de carbono sea algo común en el área de
la automoción.
Hasta
hace unos pocos años, este sintético se relacionaba exclusivamente con la
aeronáutica y el mundo de la alta competición. Actualmente, podemos encontrar
este material desde coches superdeportivos hasta objetos cotidianos
tales como bicicletas, relojes...
Primero,
debemos de recordar que la fibra de carbono es una fibra sintética construida
por filamentos cuya medida ronda desde los 5 a los 10 µm de diámetro. Cada uno
de ellos es la unión de miles de fibras de carbono fabricadas a partir del poliacrilonitrilo.
A
continuación, os mostramos las propiedades de la fibra de carbono:
- Elevada
resistencia mecánica (3 veces superior al acero) con un módulo de elasticidad
elevado.
- Baja densidad en comparación con
otros materiales: La densidad de la fibra de carbono es de 1750 kg/m³ mientras
que la del acero es de 7850 kg/m³.
- Resistencia
a agentes externos (corrosión, oxidación,…).
- Gran
capacidad de aislamiento térmico.
- Resistencia
a las variaciones de temperatura, conservando su forma, sólo si se utiliza una
matriz termoestable.
- Es
un semiconductor.
- Elevado
precio en comparación con otros materiales. Actualmente el kg de fibra de carbono
ronda los 100€,