Los
fabricantes de automóviles desde hace unos años están siguiendo una tendencia
clara a la electrificación masiva de los componentes y sistemas del vehículo,
es decir, cambiar lo que hasta ahora era mecánico por eléctrico. Hasta ahora
habíamos visto bombas de agua, direcciones asistidas, compresores de
aire acondicionado… pero nunca turbos.
Esto está a punto de cambiar…
La
primera pregunta esta clara, ¿Por qué un turbo eléctrico?
La respuesta es
el downsizing (recordad que este
concepto hace referencia a mantener o aumentar la potencia de los propulsores
con menor gasto energético).
Desde
que en el mundo de la competición comenzasen a utilizar de nuevos motores turboalimentados
se ha avanzado bastante en esta tecnología.
Para
los motores de los monoplazas de Formula 1 se utiliza un turbo híbrido
denominado MGU-H (Motor Generator Unit-Heat). Este turbo sigue siendo parecido
a los turbos convencionales ya que para comprimir los gases, se utiliza una turbina
acelerada por los gases de escape. La gran diferencia con el turbo tradicional
es que entre las turbinas cuenta con un motor eléctrico capaz de acelerar la
turbina de admisión.