El filtro de
partículas se encarga de retener las partículas de hollín que se generan en el motor
diésel durante el proceso de combustión evitando así que se emitan a la atmósfera.
Para evitar
la saturación del filtro, se procede periódicamente, a la eliminación de dichas
partículas a través de un proceso que se denomina, regeneración, que consiste básicamente, en descomponer, por
elevación de temperatura y mediante procesos catalíticos, las partículas de hollín en otras poco
nocivas.
Al hablar de
filtros de partículas hemos de tener en cuenta que los hay de dos tipos:
- Filtro
de partículas con aditivo de acción catalítica
- Filtro
de partículas con recubrimiento catalítico
Los primeros,
como su nombre indica, requieren de un aditivo a base de cerina (eolis) que
favorezca el proceso de regeneración, los segundos, no requieren de ningún tipo
de aditivo.
Filtro de partículas con recubrimiento catalítico
Este tipo de
filtro consta de un monolito cerámico con recubrimiento de platino que actúa a
modo de catalizador.
La tendencia
actual es la de montar este tipo de filtros pues no requieren mantenimiento y
resultan más sencillos de fabricar pues carecen del sistema de aditivación.
Para conocer
el grado de saturación del filtro, éste monta dos tomas de presión, una antes
de filtro y otra después. Si la diferencia de presiones antes y después del
filtro es significativa, el sistema procederá a poner en marcha el proceso de
regeneración por entender que el filtro se encuentra saturado de partículas de
hollín que hay que eliminar.
La
regeneración del filtro puede realizarse de tres formas diferentes: